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Sabías que el casco histórico de Ibiza es Patrimonio de la Humanidad? ¿Te gustaría saber qué puedes encontrar allí y por qué se ha merecido este nombramiento?
Dalt Vila quiere decir “ciudad alta” y es el nombre del casco histórico de Ibiza. El perfil de esta zona es bien reconocible, con la muralla, la catedral y el castillo. Y el entramado de las callejuelas alrededor son un laberinto de empedradas calles, que nos van a trasladar a otra época. ¡Te vas a sentir dentro de una película de piratas!
Porque Ibiza no es sólo sol y playa; Ibiza es el resultado de un cúmulo de culturas y civilizaciones con una antigüedad de más de 2600 años. Ataques de bárbaros y de piratas han configurado el paisaje urbano que ahora vamos a descubrir.
Para pasear por aquí tenemos que pasar a través de la muralla renacentista, que fueron mandadas construir por Felipe II para fortalecer esta zona de los ataques turcos y de los corsarios de Argel. La muralla tiene un perímetro de 1800 metros y se necesitaron 40 años para terminarlas.
Y como no hay muralla sin castillo, aquí también tenemos uno, el castillo de Dalt Vila. El espacio que ocupa el castillo ha acogido la sede del Gobierno a lo largo de la historia. En este lugar, aparte de la casa del Gobernador, estuvo la acrópolis romana y la almudaina árabe, aunque los edificios que han sobrevivido a día de hoy datan de los siglos XVI y XVIII. Un maravilloso reducto del pasado ibicenco.
Tampoco nos podemos perder la Catedral de Santa María de las Nieves, que junto al castillo, están en la zona más alta de la Dalt Vila. Fue construida en el lugar ocupado por la antigua mezquita de Yebisha, y es un ejemplo de gótico-catalán del siglo XIII. El interior es de estilo barroco del siglo XVII y podemos admirar la imagen de la Virgen de las Nieves, patrona de Ibiza y de Formentera. Consejo: ven por la noche para ver la catedral y el castillo iluminados.
Después del paseo, se nos habrá abierto el apetito, así que será la mejor ocasión para acercarnos al Convento de San Cristóbal. Su fundación se remonta a 1599, aunque el edificio actual es de mediados del siglo XX, pero podemos admirar tesoros de distintas épocas, como el retablo del siglo XVII. Las monjas de clausura que moran aquí hacen unas pastas caseras que nos ayudarán a reponer fuerzas.
Antes de buscar restaurante para comer, podemos acercarnos a cualquiera de los museos que nos encontramos en Dalt Vila: el Museo Arqueológico, el Museo Puget, el Museu d’ Art Contemporani d’Eivissa y el Centro de Interpretación Medina Yabisa, siendo este último uno de los más interesantes ya que nos ayudará a conocer el pasado árabe de la isla.
Como colofón a la visita, toca una buena degustación de la gastronomía ibicenca y sus particularidades; una de las mejores zonas para comer podría ser la Plaza de Vila de Ibiza, que se encuentra junto a una de las puertas más bonitas de la muralla, el Portal de Ses Taules.
¿Te animas a visitar Ibiza? Además, desde esta zona se ve uno de los atardeceres más bonitos desde el Mirador del Rey Jaume I. Te enamorarás de los más de 2600 años de historia que vas a tener bajo tus pies. ¡Prepara la cámara de fotos!